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martes, 22 de octubre de 2013

No más cordones al pie: llegaron las bandas elásticas.


POR CARLA MITRANI / PARA CLARÍN BUENA VIDA

Un matrimonio argentino revoluciona la forma de "atarse" zapatos y zapatillas, reemplazándolos por un sistema fácil y colorido. Una idea que se promociona en las alturas.





 



Todo aquel que, de ahora en más, tome un avión de American Airlines podrá conocer la historia de Gastón Frydlewski y Mariquel Waingarten y el revolucionario producto que los tiene viajando de aquí para allá: Hickies, un innovador sistema de bandas elásticas, de infinitos colores, con el que postulan desterrar los cordones y transformar las zapatillas en slip-ons.
Su video promocional, un corto de animación con stop-motion, acaba de ganar un concurso organizado por la aerolínea y como premio mayor obtuvieron la chance de llegar directamente a una audiencia cautiva de pasajeros. Qué mejor publicidad.

Recién casados, en 2011, Gastón (32) y Mariquel (31) dejaron los trabajos que los mantenían separados y se mudaron a Nueva York para perseguir su sueño emprendedor. “Nunca nos gustó la forma en que los moños se ven en las zapatillas. De hecho, si te fijás, en los avisos de producto, las grandes empresas siempre los esconden hacia adentro. Rompen la estética”, dicen a coro. 
Desde 2002, tenían la idea de concepto y diseño. Faltaba el financiamiento, pára el cual recurrieron a Kickstarter, la plataforma online de financiamiento colectivo. Gracias a la chispa de la presentación, lograron que mucha gente donara unos pocos dólares hasta conseguir seis veces el valor necesario para empezar la primera tirada. No había vuelta atrás.
A partir de entonces, las coloridas Hickies invitan a customizar todo calzado con agujeritos para cordones y a darles nueva vida. La capacidad elástica de las bandas, con memoria para volver al largo original, permite que se adapten a grandes y chicos. Entonces, lo que para algunos representa simplemente una intervención personal de moda, para los padres apurados resulta una gran solución. 
Y si bien atarse los cordones constituye un hito de maduración en los chicos, una vez alcanzado este objetivo, el sistema es cómodo y fácil. “Es el sueño de la maestra jardinera hecho realidad,” posteó una fanática en Facebook.Desde allí, Gastón y Mariquel dan consejos de uso dependiendo del calzado (¡hasta en borcegos funcionan!), invitan a sus seguidores a mandar fotos de sus zapatillas intervenidas y comparten videos con ideas para usar las bandas como pulseras, collares, llaveros o identificadores de botellas.
“Ya estamos vendiendo en 13 países y para fin de año vamos a haber vendido 1.000.000 de packs,” comenta Gastón, desde Brooklyn. Cada pack trae 14 unidades. ¿Y en Argentina? “El año próximo”, aseguran. A esperar.

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